Este espacio contiene artículos de opinión y datos informativos sobre arte, cultura, identidad y análisis político. Aunque en esencia, se nutre de la semilla literaria que crece como la vida, y, a ratos, se ausenta como la muerte.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
INTENCIÓN VERBAL EN LA PIEL POÉTICA
El aroma del café, “la mecha del día”, los juegos inocentes, la tertulia interminable, los buenos deseos de los amigos, la querencia íntima de la pareja, la tristeza del domingo en la tarde, el ascenso de las coloridas cometas al enorme cielo, el invierno opacando la ilusión de los derrotados, la humedad de los cuerpos tras la incesante lluvia, la estación del tren detenida en el recuerdo, la esperanza del hombre por días venturosos. Eso refleja la poesía, como eco que estalla en los oídos del caminante.
La historia de amores inconfesables, el peregrinaje a la prosperidad, la búsqueda del sosiego, el misterio de la nada, el resplandor de las flores que emanan a borbotones, la confusión de la vida, el suicidio del pescador, la nube extraviada en la plenitud del horizonte, “la melancolía del sol” al final del mar, la extensa orilla acumulando caracolas, el vestigio de los besos ardientes. Eso es la poesía; el aquelarre perennizando quimeras.
“Verbal” (Rueca Editores, Quito, 2008) intitula el poemario de Julia Erazo Delgado (Quito, 1972), con ilustraciones de Sara Palacios. Este cántico deviene de los elementos de la tierra; el sol, la luna, las estrellas, los pájaros, el fuego, las montañas, el agua como reino, espejismo y travesía: “el agua abre sus ojos sobre la montaña/ se desborda como un vestido de encajes/ cubre el vientre del planeta”.
“Verbal” describe los ritmos insondables de la existencia humana, la callejuela impregnándose de sombras moribundas, la agonía del desterrado, el fantasma de la abuela, la foto familiar en blanco y negro, la música que nos aparta de la soledad.
El enunciado amatorio altera la quietud del texto: “fugazmente te encuentro/ contigo hablo/ niño a niño/ como el agua entre tu cuerpo/ cuando llueve/ o mi boca con tus labios/ cuando hay beso”. En similar tendencia se distinguen los siguientes versos: “caminas descalzo por mi vida/ el cielo se queda absorto con tus huellas/ mis besos/ ovillos de lana para tus uñas y dientes/ a veces jarabe de frutas”.
Con “Verbal”, Julia Erazo ratifica su capacidad creativa y el merecido lugar adquirido por ella en la lírica contemporánea ecuatoriana. Persona sensible que cumple con las expectativas en el quehacer literario y que traza senderos en el cúmulo materno, en la realización profesional, en la acertada complementariedad de esposa, es decir, en la excelsa condición de mujer.
Diario El Telégrafo, agosto 31 del 2011
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