jueves, 10 de marzo de 2011

BOCA DE MUJER


El 08 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es un motivo íntimo para poetizar la presencia y existencia femenina, más allá del contexto histórico-social. Desde luego, que esto no implica desconocer la profunda huella legada a lo largo del tiempo, en circunstancias reivindicativas, especialmente, en las décadas iniciales del siglo XX, en donde se configuraron espacios de lucha y exigibilidad de derechos (sociales, laborales, políticos, educativos), a partir de la organicidad sindical, con mayor fuerza en Estados Unidos y Europa. Era la época de la radicalización ideológica, de la irrupción socialista, de las estrategias de movilización popular, de la asamblea obrera, de las ansias de justedad social. Con el transcurso de los años, el anhelo por la igualdad mujer-hombre, ha permitido desentrañar elementos complementarios en la convivencia humana y que permiten dimensionar con más integralidad la tolerancia en la aplicación de la alteridad. Fenómenos inherentes a la interculturalidad, nuevas tecnologías de la información y la comunicación, migración, participación democrática, especialización académico-profesional, independencia económica y familiar, entre otros, contemporizan con la legítima aspiración de la equidad de género.

Mujeres, este texto va dirigido a ustedes, que sonríen venciendo los problemas cotidianos, que derraman lágrimas de manera silente y solitaria, que se juntan entre el sol y la inmensidad del mar, que caminan indiferentes ante la mojigatería social, que fecundan tras largos nueve meses la savia de la vida, que cosechan diariamente los besos de sus hijas/os, que batallan con pasión en la esfera profesional, que se preocupan de los dolores de la patria, que se indignan por la miseria merodeando en los márgenes de la madrugada, que se afligen por la ropa sucia de la niñez menesterosa, que revelan y develan la inteligencia de sus actos en la vida pública, que expresan la feminidad en el hecho amatorio que provoca e invoca la vida privada, que exteriorizan las necesidades del corpus ante el contacto con la carne intrusa y el júbilo de aquellas sensaciones furtivas, que sufren silenciosas los golpes de la indiferencia, que se alegran cuando la felicidad se abre paso entre las puertas del entorno familiar, que se resisten al sometimiento y maltrato masculino, que gritan sin temor los dolores íntimos, que edifican los cimientos de la libertad, que reflejan sin aspavientos la valentía y el coraje en pro de la superación individual, que irradian en sus miradas la ilusión del progreso colectivo.

A ustedes, MUJERES, van estas líneas, desde todos los espacios, escenarios, momentos, circunstancias y lugares propiciados y construidos por la condición humana. O desde esa sencilla descripción sugerida por Gioconda Belli: “Y Dios me hizo mujer,/ de pelo largo,/ ojos,/ nariz y boca de mujer”.

Tomado de la edición del 09 de marzo del 2011, pág.08
Diario El Telégrafo

1 comentario:

  1. Juan Nicolás Padrón10 de marzo de 2011, 4:34

    Estimado Aníbal Fernando:

    Hace más de diez años posiblemente en el único país de América donde el 8 de marzo se celebraba el Día de la Mujer era Cuba, pues creo que este día está vinculada a la luchadora Clara Zetkin y solo en la década del 60 se celebraba en los llamados "Países socialistas". Hoy me he dado cuenta que se conmemora en varios países de América Latina y considero esto positivo, pues hay cosas del pasado que uno debe olvidar y borrar, pero otras tradiciones que tienen un fin positivo que debía de asumirlos todos los países, vengan de donde vengan. Saludo y me gusta mucho que se escoja un día para acordarnos de la mitad del mundo que fue taller de vida de todos, a la mujer. Creo que el nivel de injusticias que hay en el mundo en relación a la mujer merece que tenga su día y que recordemos que debemos prestar más la atención a todas las pequeñas injusticias que le cometemos aún sin darnos cuenta. Lo merecen.

    Abrazos,

    Juan Nicolás Padrón

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