La semana pasada fui objeto de un robo a domicilio. Los malhechores se sustrajeron objetos de valor, entre ellos, cuatro computadoras portátiles. Luego, del malhadado incidente, la decepción se impone como huella inmediata. También el miedo, sobre todo, por lo que pudo haber sucedido con mi familia.
La sensación que deja este tipo de fechoría, es, a ratos, indescriptible. El vacío y el temor se conjugan entre la indolencia de posibles testigos/as. Más aún, en el plano personal, duele la pérdida de información periodística, literaria y de material fotográfico. Archivos de uso particular. Queda también el mensaje alentador y al abrazo solidario. La vida valorada desde los elementos intrínsecos del hogar. Aquello no tiene cuantía.
Tal experiencia implica otro escenario: conocer los bemoles del sistema judicial y de la policía especializada, no exenta de una engorrosa tramitología y de una estructura burocratizada, en donde la herramienta tecnológica camina en el caparazón de la tortuga.
Con ello, se desprende una sensación de impotencia. Creo que el meollo de la discusión del viraje en los procesos judiciales en nuestro país, tiene que ver con la actitud de los operadores judiciales y con el combate frontal en contra de la corrupción. La estructura actual es heredera de un cúmulo de vicios, en donde, penosamente, ciertos profesionales del Derecho son los principales beneficiados.
Insisto en algo que me parece esencial: la modificación actitudinal de los servidores judiciales. El afán de contribuir a la equidad humana, a partir de un puesto de trabajo. Y, la capacitación constante de los citados funcionarios y de los elementos de la fuerza pública.
Por otra parte, es innegable que el fantasma de la pobreza sigue latente en nuestro país. Y, como consecuencia de la mendicidad, la delincuencia e inseguridad crecen, sin que medien acciones valederas y contundentes. ¿Qué debemos esperar para que ello ocurra?
Diario El Telégrafo, junio 08 del 2011
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ResponderEliminarMaría Sarmiento
ResponderEliminar08 Junio 2011 a las 22:57:
Existe una ciencia que data de tantos cientos de años A.C. La ÉTICA, ciencia que trata sobre la moral del hombre. la moral definida como un conjunto de normas morales sujetas a la voluntad del (Hombre) ser humano.(Ética autónoma) y normas jurídicas con carácter de obligatoriedad (Ética Heterónoma).
En su concepto objetivo, La Ética es la disciplina filosófica que estudia el comportamiento moral del hombre en sociedad. Concepto fundamental aplicable para un ser social como el humano. Yo pregunto, porqué esta ciencia se limita a ser una materia de estudio en la Universidad y se queda sólo es eso en que su aprobación sea un requisito para obtener una carrera y hasta como que su estudio resulta algo aburrido.
Si el Acto Moral, la Ética (Moral) Profesional se los considerara como un principio fundamental del comportamiento social de los individuos, cree que sería posible otra sociedad?. Muy interesante me parece el conocimiento de esta ciencia, reforzada a través de la historia por muchos filósofos. Quién (En qué gobierno) se suprimió el impartir la materia de Moral y cívica en las escuelas. Cuando en la mente de niños se nos infunden valores, no se nos olvida jamás y esa es nuestra regla de conducta en cualquier circunstancia. Un viejo refrán reza "árbol que nace (crece) torcido su tronco nunca endereza". Bajo este argumento cree que sea posible modificar la actitud de los "Profesionales servidores de la justicia"?. Surge otra pregunta, quién es el ladrón o el delincuente si el desobedece las leyes (a veces por ignorarlas) o el que conociéndolas, las tuerce y las manipula para sus protervos fines.