miércoles, 28 de julio de 2010

Liga “José Vasconcelos”

Entre las décadas de los 20 y 30 del siglo XX en Otavalo, surgió la denominada Liga de Cultura “José Vasconcelos”. Esta agrupación propendió a la realización de conferencias, talleres, publicaciones, recitales artísticos, representaciones dramáticas, asistencia social.

La Liga mantuvo una intensa actividad periodística y literaria con la impresión del periódico “Adelante” y de la revista “Imbabura”. Como antecedente a su conformación vale señalar que sus integrantes promovieron el medio informativo “Germen” (1923). Es a fines de 1924 que aparecen públicamente con el beneplácito de la ciudadanía otavaleña. Tuvieron una previa planificación que es detallada por José Ignacio Narváez, activista de la Liga: “El plan formulado comprendía la presentación de conferencias para ilustrar al pueblo y mantener vivo su interés por las causas de la Patria y de la Humanidad, el sostenimiento de publicaciones donde exponer un ideario y combatir taras sociales y políticas y bregar por la incorporación de las mayorías indígenas a la cultura”.

Los integrantes de esta entidad fueron: Aurelio Ubidia, Víctor Alejandro Jaramillo, José I. Narváez, Miguel Valdospinos, Víctor Gabriel y Enrique Garcés Cabrera, Francisco Humberto Moncayo, Luis Enrique Cisneros, Luis A. León, Guillermo Garzón Ubidia, Luis Gómez Bravo, Luis Enrique Álvarez, Carlos J. Almeida, Rafael Alberto Balseca, Alfonso E. Rodríguez, Carlos Chávez, y, como guía principal: Fernando Chaves Reyes, ese destacado intelectual, educador, político y diplomático que brilló con luz propia dentro y fuera del país.

En términos generales, es interesante destacar que este grupo de trabajadores de las letras y promotores del quehacer cultural, trascendieron en los diversos campos de la creación y el conocimiento científico: la sociología, política, historia, arqueología, literatura, filosofía, pedagogía, música…, ellos fueron descollantes figuras en Imbabura y el Ecuador, en el contexto de la problemática indigenista y de la defensa del laicismo, especialmente en la tarea educativa. Ocuparon significativos cargos en el servicio público y, a través de sus escritos esbozaron tesis de denuncia social y planteamientos de interés académico.

La mayoría de los “Vasconcelos” fueron adeptos a la corriente socialista, que en aquella época irrumpía con fuerza a nivel nacional, continental y mundial. Por ello, no es casual que en “Adelante” se insertara el programa de principios del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE), en el año de su fundación: 1926. El estamento llevó como lema “Por la Igualdad y la Cultura”. La influencia de la Liga fue determinante, pese a su trajinar intermitente, en vista de la formación universitaria en la Capital, y de responsabilidades profesionales de sus agremiados. El movimiento cultural que se levantó en aquella época sobrepasó los linderos cantonales y provinciales. Siempre de la mano de Chaves, en ese entonces, conocido por sus novelas “La Embrujada” y “Plata y Bronce”, por su preocupación pedagógica, y su ímpetu en el ambiente ideológico de izquierda.

La Liga tuvo como denominador común el pensamiento vasconceliano. Es decir, comulgó con los principios de equilibrio y justedad en las relaciones interétnicas. El influjo de José Vasconcelos en este grupo de otavaleños fue notable, más aún, en la reivindicación de la convivencia indígena, sometida por siglos a la explotación y al aislamiento racial. El filósofo mexicano planteó la posibilidad del mejoramiento de la condición de vida de los pueblos indios a través de procesos educativos in situ. Y, de la visibilización de sus características culturales. Estos preceptos calaron hondo en los “Vasconcelos”, tomando en cuenta que en Otavalo se cimentaron desde tiempos remotos considerables grupos indígenas.

El preclaro autor de la “raza cósmica” visitó Otavalo en junio de 1930. Los gestores de la Liga se reagruparon para recibirle a su patrono. Fue un momento histórico de reencuentro y de camaradería. Luego de la estancia de Vasconcelos en suelo otavaleño, la entidad que llevó su nombre se escindió dejando una próspera semilla, en lo que respecta al ámbito educativo-cultural, en el norte ecuatoriano.

Artículo publicado en diario El Telégrafo, pág.08, mayo 03 del 2010

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