El 1 de mayo entrante se llevará a cabo en Esmeraldas un importante cónclave de Alianza PAIS (AP), espacio de dimensión nacional en donde se redefinirá el rumbo organizativo de esta tienda política.
Previamente a ello, debió generarse un amplio debate, el mismo que tenía que extenderse de manera horizontal desde la parroquia, el cantón y la provincia, en un esfuerzo de cohesión territorial. En este ejercicio de autoanálisis, la participación de la militancia es decisiva en la búsqueda de consensos desde la raíz social.
Como premisa era imperioso insistir al interior del movimiento en la convocatoria a una seria discusión respecto de la reformulación de los lineamientos programáticos y del régimen orgánico que constituye la matriz de AP. Para lo cual la opinión de adherentes y simpatizantes -a más de las autoridades electas en representación de la lista 35, el 23 de febrero en todos sus niveles- tuvo que sistematizarse en talleres y jornadas reflexivas a lo largo y ancho del país (consejos políticos).
AP, al ser la primera fuerza político-electoral en el Ecuador, requiere impulsar un balance ecuánime de su accionar, para lo cual sus directivos deben despojarse de subjetividades y asumir con la debida madurez las correcciones pertinentes. Al ser una organización aún en latente construcción han existido significativas victorias, no obstante, también se han cometido errores que deben ser superados. En tal sentido, hay que insistir en la organicidad adecuada, cuyo fortalecimiento va de la mano con el interés asumido por la militancia, la cual debe ir más allá de canonjías burocráticas.
¿Existen los insumos que recogen el sentir militante de cara a la Cuarta Convención de AP? ¿La nómina del directorio nacional entrante será elaborada desde una expresión inclusiva o será la respuesta a intereses grupales? ¿Cabe ahondar en la cavilación inherente a su condición de movimiento o partido? ¿Cuáles han sido los resultados de los organismos de base para el robustecimiento de AP?
La agrupación oficialista tiene una tarea importante dentro de su concepción estructural, ligada a ratificar el carácter revolucionario de su núcleo ideológico. Esto, como fundamento y razón colectiva, solidaria y de izquierda. Hay que sopesar la aplicación de estrategias pertinentes en torno a la política de alianzas con sectores afines y movimientos sociales.
¿Caben expectativas mayores luego de la reunión en Esmeraldas? Ese es el anhelo de quienes abrigamos la esperanza ante la validez del proyecto del Buen Vivir y del socialismo de nuevo tipo.
Diario El Telégrafo / 29 Abr 2014
http://www.telegrafo.com.ec/opinion/columnistas/item/ap-rumbo-y-desafio-organizativo.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario